La soltería ha llamado de nuevo a mi puerta, así que tras días de reflexión, llega la calma y retomo la carrera que esta vez convertiré en un paseo.
De nuevo en el mundo, una se vuelve observadora con el universo masculino de la cabeza a los zapatos, donde me detengo. Es curioso ver qué se encuentra por ahí. En los tiempos que corren, el sector masculino es un cajón de sastre y de sorpresas, así que echarle un vistazo a sus pies, me puede dar alguna pista que me oriente para no llevarme sorpresas desagradables. Ni indecisos, ni impredecibles. ¿Cuáles serán los zapatos acertados?
Para hacer un verdadero estudio de mercado, hay que… salir al mercado y recorrer mundo. El paseo que retomo me lleva de sarao en sarao con los amigos, divino tesoro. Esos que animan, que te levantan cuando estás caída y que hacen lo posible para que retome la vida. Es mi otoño en primavera, “juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver” (Rubén Darío)
La primera parada en la que me hacen bajar es la presentación de
Se hace tarde y mi “chico agenda” sigue a cero. Demasiados zapatos pijos para mí. No importa, ha sido la primera estación y ya tengo la guía para convertirme en “gurú” y sacarle el máximo partido a la próxima parada, que ya está cerca.
1 comentario:
Hola Nadia!
Pues bueno, que te diré, de mi experiencia estos dos ultimos meses de regreso a la soltería te puedo decir que lo mejor que se puede hacer es lo que mencionas: disfrutar el paseo.
Yo siempre he opinado que el amor no se busca, sino que se encuentra. Aunque se oiga tonto, pero en realidad el amor lo encuentra a uno, y mientras llega la persona, a disfrutar.
Tengo curiosidad de saber qué pensaría alguien como tú, o las mujeres en general, acerca de mis (viejos) zapatos... quizá esa sea la razón! :P
saludos!
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