05 junio, 2007

El intrigante mundo de las segundas citas

¡Qué locura de mes!!!! ¡¿¿Será cierto ese dicho de que “la primavera la sangre altera” para preparar el terreno al verano que está a la vuelta de la esquina???!!!

Semanas de intensas pasiones y de pasiones intensas. No, esta vez no he podido ir de compras para calmar mis penas pero… la cita a ciegas tuvo segunda parte, y en esta ocasión, fue con más sabor. En concreto, a helado de chocolate blanco como adelanto a los refrescos de verano. Ummmm!!! ¡Muy apetecible!

Cuando una cita a ciegas lleva a un segundo encuentro, ya sabiendo lo que te vas a encontrar, empiezan los dilemas. ¿Una pequeña decisión llevará a otra pequeña y a otra y a otras… que acabarán en una GRAN decisión? ¿Es bueno quedar con un chico-cita en más de una ocasión si lo que se pretende es seguir con el “paseo” y no meter quinta? En el encuentro me subió la adrenalina, se activó mi serotonina pero no pude evitar convertirme en Julia Roberts. Lejos de ser una pelirroja de compras por Sunset Bulevar sin límite de crédito en la tarjeta, el escenario me convirtió en novia a la fuga. Repetir vestuario no debió de ser una buena señal…

La huída me llevó a la inauguración de un After Work, así que me subí de nuevo a unos taconazos de aguja. Este innovador concepto de bar de copas para desconectar al salir de la oficina hizo que llevara la innovación también a mi atuendo. Aposté por los colores de moda de los próximos meses: fushia y naranja mezclados con negro y beige. Tras unos cuantos mojitos estupendos, mi chico-agenda siguió creciendo. ¿Se trataba de casualidad o será verdad eso de las buenas rachas que hay que aprovechar???

Después de romper una relación y por muy agotada y dolida que se haya salido de ella, es inevitable pensar dónde se encontrará al próximo amor o cuánto tiempo tendrá que pasar para entonces. Si se piensa cómo se conocieron las parejas que nos rodean, se llega a la conclusión de que la noche, por mucho que confunda a algunos, no es un buen lugar para encontrar buenas pasiones. La noche ya sólo es mi pista de baile así que ¿quién sabe si el escenario dónde me encuentre Cupido será un after work??? Sea ahí o no, lo que está claro es que el primer intento fue fallido pero me llevó a un nuevo escenario: el fútbol, una vez más.

Aunque el partido no fuese de lo mejor y menos para mi equipo que jugaba como visitante, esta vez el estadio me deparó alguna que otra sorpresa de lo más VIP. Lejos de las gradas y el griterío de hinchas merengues y asalvajados, la cita fue en el Realcafé con una estupenda y especialmente sabrosa vista al campo. La ocasión lo exigía así que mis vaqueros y las all stars doradas se quedaron en casa dejando paso a unas monísimas y comodísimas cuñas glam firmadas por Pilar Burgos. La tarde también dio paso pero a la fiebre del sábado noche. Las dobles parejas que acudimos al partido no me convencían así que, yaen la madrugada, me puse a pensar en el juego de las parejas cruzadas. Aunque en el dominó no haya quién me gane, en esta partida juego con clara desventaja, sin contar mi desentrenamiento total para el intrigante e indescifrable “lenguaje de los hombres”.

De nuevo probé con el mundo de las segundas citas ¿En ese lenguaje masculino un segundo encuentro será como para nosotras?, ¿dónde y cómo podré intrepretar sus "señales"? Por si acaso, esta vez no repetí modelo… y aproveché a observar mejor lo que había visto en el primer encuentro. A la luz del día, no estaba nada mal. Si el fútbol levanta pasiones entre los seguidores, ¿puede el campo levantarlas en mí?, ¿sería el nuevo escenario donde levantar el banderín para decirle a Cupido, o algún primo que tenga por ahí, donde encontrarme?

Ya a las puertas del verano, la operación bikini no ha dado los frutos esperados y los resultados se han invertido. Y tanto!!! El borrón y cuenta nueva para empezar de cero tampoco ha ido bien del todo y me ha devuelto a un círculo vicioso difícil de salir y olvidar. Segundas partes no son tan buenas como segundas citas. Lo próximo será encomendarme a las meigas de San Juan para que el solsticio del próximo 24 de junio, la noche más mágica del año, traiga calma y quién sabe si algún amor… aunque sea sólo de verano.

3 comentarios:

La mirada del mono dorado dijo...

Hey me encanta tu nombre. Y pasaba por aqui y me he quedado un tanto patidifuso con eso de los pies.jaja.

Aun sueño con mis tenis azules que tenía cuando era un diminuto crio.

Los pies puede ser una arma de seducción según como lo utilices. Por ejemplo para "espachurar" uvas como que no...jeje

Y sobre el lenguaje de los hombres yo soy mas mono que hombre asi que...

Un beso monada.

Anónimo dijo...

Hola, acabo de entrar aquí "por casualidad" y he de decir que me encanta tu blog y tu forma de escribir. El tono rosa le da un toque de lo más chic.

Lo que más me ha gustado de este post ha sido la pregunta que planteas: ¿Será voluntad del destino o simplemente el cruce de dos rectas perpendiculares que sólo coincidirán en ese punto de la vida?

Justo esta noche yo me planteaba lo mismo. En fin, supongo que jamás sabré la respuesta.

Este blog se acaba de incorporar a mi lista de favoritos y será de visita obligada a partir de ahora.

Un saludo a todos:
El hombre del chaqué

Anónimo dijo...

Nadiaaa!! La primera vez que te escribo un comentario.. ya era hora eh??
Bueno pues lo que siempre te digo, un artículo divertido y original, siempre en la línea que te caracteriza.
Supongo que ahora te tocara hacer uno referente a tu nuevo estado, es decir, de licenciada!!! Ke se entere la gente que oficialmente eres periodiiista tia, jeje. Enhorabuena!!
Un beso enorme. Sé feliz,

ELI