19 mayo, 2007

Una canción más

La vida está llena de casualidades… o eso queremos pensar cuando vivimos situaciones sorprendentes. ¿Será voluntad del destino o simplemente el cruce de dos rectas perpendiculares que sólo coincidirán en ese punto de la vida?

Un nuevo sarao llamó a mi puerta, otra ocasión perfecta para seguir componiendo la BSO de mi vida. Se trata de un ritmo diferente, algo así como Funkmenco, el guapo agente 707 se convirtió en 909. El artista se reencontraba con la música, el escenario y el público tres años después y una amiga me preparaba una cita a ciegas, también tres años después de mi última… puesta en escena.

¿Cómo prepararme para un doble evento? Saque del armario otras nuevas adquisiciones para mis pies, peep toes pata de gallo, y empecé a pensar qué combinar a partir de ahí. Los diseñadores han conspirado este verano contra todo aquello lejos de la talla 34 y de unas piernas largas y sin ningún tipo de curva, así que fui a lo seguro y permitido por mi sentido común. Negro por abajo y blanco por arriba. Algo así como “arreglao pero informal”. Perfecto. Mientras, el desfile de invitados se convirtió en una pasarela de las últimas tendencias: mini shorts de colores, cabelleras con alisado japonés, mini bolsos, mini tallas y plataformas en sus infinitas y equilibristas formas y tamaños. Fiebre del jueves noche…

La promoción previa de los encuentros fue intensiva. La tecnología del sms hizo crear expectativas con cierto grado de incredulidad y, por otro lado, los amigos, aquellos que realmente lo son, hacen lo posible para que el paseo comenzado hace un tiempo sea de lo más apetecible. La cita a ciegas fue realmente divertida. Nos encontramos rodeados de pseudo Farruquitos, Rafaelas Carrás, algún travesti que finalmente no lo era, y una zona VIP, convertida en Vips.

Después de vivir paralelamente sendos reencuentros, uno con su música y otro con sus amigos, las tangentes nos cruzamos, nos miramos, nos reencontramos. Prometimos uno más. Pero al final los ritmos diferentes resultaron ser más de lo mismo y el cruce de las rectas no fue más que una casualidad que la vida te pone por delante. Humo de neón. Etéreo y efímero, como un pestañeo, una onda radiofónica. Una canción más para la banda sonora de mi nueva vida que acaba de empezar.

3 comentarios:

Se abre la Veda dijo...

Mirá con lo que me vengo a topar! ¡Alguien que como yo tiene fetichismo por los pies! De una que visitaré seguidito tu blog. Saludos!

Anónimo dijo...

así que por el comentario la cita a ciegas fue divertida, a qué crees que fue debido¿a los peep toes o a la forma de vestir?...

Anónimo dijo...

y una se pregunta??sería bueno repetir en la siguinte cita la misma ropa y los mismos zapatos???que pensarían ellos??o al contrario, es mejor llevar otra ropa diferente??hay que dilema el de este mundo... qué opinan?